Respecto al inesperado feriado decretado por el presidente Santiago Peña por la clasificación de la Albirroja al Mundial 2026, varios gremios mostraron su descontento, argumentando que la vida de millones de paraguayos quedó dependiendo de un resultado deportivo no definido, lo que generó incertidumbre. Criticaron que la decisión del Gobierno dejó al país en suspenso respecto a obligaciones como asistir a la escuela o al trabajo.
El decreto presidencial 4522, publicado tras el partido que aseguró la clasificación de la Selección Paraguaya alrededor de las 22:30 del jueves, oficializó el feriado, condicionado al resultado de esa noche.
Desde la Presidencia justificaron la acción basándose en la ley N.º 7544/2025, que permite al Poder Ejecutivo decretar hasta tres feriados adicionales al año.
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La Unión Industrial Paraguaya (UIP) publicó un comunicado reconociendo el valor de los logros deportivos como aspecto unificador del país, pero advertiendo que detener actividades productivas impacta económicamente.
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El gremio afirma que el progreso del Paraguay no se logra deteniendo la productividad con feriados innecesarios, que afectan la producción y aumentan los costos.
“La verdadera celebración se da trabajando, produciendo y generando desarrollo para todos”, expresó la UIP.
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Deberíamos celebrar trabajando

El presidente de la Federación Paraguaya de Mipymes, Luis Tavella, sostuvo que su amor por el fútbol no justifica medidas que perjudican a las pymes. Indicó que un enfoque mejor sería celebrar trabajando y reflexionó sobre quién asumiría los costos de un día no trabajado.
No se puede avanzar con improvisación
Desde la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC) también alertaron que estas acciones socavan la institucionalidad y previsibilidad.
Destacaron la falta de empatía con los ciudadanos y el impacto no solo económico, sino también social. Mencionaron que un microempresario enfrentaría salarios extra; una industria lejos de la capital compromete su logística y costos. «El costo no es solo económico, es humano», apuntaron.
Indicaron que el país no puede avanzar con improvisación. Paraguay busca atraer inversiones y demostrar confiabilidad, pero decisiones así envían el mensaje opuesto. La responsabilidad social corresponde también al Estado, reclamaron.
La clasificación merece celebración, pero sin comprometer la institucionalidad. Paraguay requiere reglas claras, previsibilidad y un Estado que inspire confianza. La pasión deportiva puede unirnos, pero la improvisación logra lo contrario, concluyeron desde la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC).