Don Claudio Bogado, un humilde poblador de Fuerte Olimpo, fabricó un novedoso vehículo “Toyota” utilitario de seis ruedas, empleando materiales reciclados de otros medios de transporte ya en desuso. Esto luego de que aumentó el número de su familia y no podía comprar otro vehículo de mayor capacidad. El hombre transporta a sus hijos diariamente a la escuela y también lo usa como medio de carga para alcanzar el sustento de la casa.
El poblador vive en el barrio Don Bosco en una humilde vivienda, en las faldas de uno de los cerros Tres Hermanos. El mismo se encargó de construir su casa, utilizando en su mayor porcentaje las mismas piedras del lugar. En el sitio funciona una radio comunitaria de carácter religioso, en la que con su pareja, son los locutores habituales.
Es así que a un viejo armaje de motocarrito le agregó otras dos ruedas. Con los ajustes necesarios, utilizando también parte de lo que alguna vez fue la carrocería de una camioneta, creó un vehículo de 6 ruedas, solucionando así el inconveniente de transporte para su familia.
El vehículo de 6 ruedas es toda una atracción y llama la atención de las personas cuando se desplaza por la ciudad. Tal vez no sea un medio de movilidad de gran lujo, ya que al mirarlo su aspecto es de una chatarra, pero la utilidad que le presta a Don Claudio es de vital importancia, según el mismo nos relató.
“Con este medio de transporte puedo llevar a mis hijos de manera diaria hasta la escuela, a fin de que los mismos puedan recibir educación. También lo utilizamos para llegar a varias comunidades por nuestra actividad religiosa, y por supuesto, transportar todo tipo de carga. Me ayuda de sobremanera en la actividad cotidiana”, refirió.
Don Claudio sostiene que lo más significativo es que prácticamente no gastó casi nada en la fabricación del vehículo, ya que todo los materiales utilizados eran elementos que las personas ya no utilizaban, “pero que para mí fue toda una solución” comentó.
El vehículo de 6 ruedas no tiene un nombre específico, pero si ya existe el cuaciclón, fácilmente se le puede dar el nombre de sexciclón, con lo cual se pone al descubierto una vez más la creatividad del paraguayo, esta vez en una lejana comunidad del Chaco.