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Elon Musk demanda a OpenAI y Sam Altman, criticados.

El conflicto entre Elon Musk y Sam Altman se intensifica con una demanda presentada por Musk contra OpenAI y su CEO, Altman, por desviarse del objetivo original de la organización. La demanda alega que la empresa ha cambiado su enfoque hacia el lucro desde que Microsoft invirtió 13 mil millones de dólares en ella.

Según los abogados de Musk, OpenAI se ha convertido en una subsidiaria de código cerrado de Microsoft, centrándose en maximizar las ganancias de esta empresa en lugar de beneficiar a la humanidad, lo que violaría su contrato fundacional. Citando el lanzamiento en secreto del GPT-4, el modelo más avanzado hasta la fecha, Musk cuestiona la verdadera misión de la empresa.

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OpenAI fue fundada en 2015 como una organización sin fines de lucro para avanzar en la inteligencia artificial, con Elon Musk aportando 50 millones de dólares para su inicio. Surgió como una respuesta a la preocupación de Musk por el dominio de Google en el desarrollo de la IA, especialmente después de la adquisición de DeepMind por parte de esta empresa en 2014.

Altman, designado por Musk para dirigir OpenAI, dejó la organización en 2018, lo que él mismo reconoció como un error. Posteriormente, impulsó una moratoria en la investigación en IA y desarrolló su propio proyecto, xAI. Altman fue despedido y luego reintegrado en OpenAI el año pasado tras presiones de empleados que amenazaron con unirse a Microsoft.

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ChatGPT, una de las aplicaciones más exitosas de la historia con 200 millones de usuarios, ha desencadenado una competencia en la industria tecnológica por liderar la IA generativa. La alianza entre OpenAI y Microsoft está bajo escrutinio de las autoridades de competencia de EE.UU. y la UE, mientras Google reorganiza sus estructuras para acelerar sus herramientas basadas en IA.

El litigio entre Musk y Altman refleja la creciente rivalidad en el sector de la inteligencia artificial, con empresas como Microsoft y Google compitiendo por liderar la innovación en IA. La demanda de Musk pone en tela de juicio el compromiso de OpenAI con el desarrollo altruista de la IA, planteando un debate sobre los objetivos de estas empresas en un campo tan crucial para el futuro.

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