Erick Luis Moreno Hernández, conocido como «El Monstruo», de 34 años, nació el 15 de marzo de 1991 en Ica, Perú. Fue capturado el miércoles a las 22:30 por la Policía Nacional (PN) en una casa alquilada en el barrio Mita’i, San Lorenzo, Paraguay, a 20 kilómetros de Asunción. La ubicación exacta es 25° 22’ 50″ S, 57° 30′ 38″ W.
La información sobre su paradero fue procesada por policías de la oficina de Investigaciones del departamento de Amambay, quienes viajaron 465 kilómetros desde Pedro Juan Caballero. El operativo fue respaldado por la división de Inteligencia de la Dirección de Investigación de Hechos Punibles (DIHP) y la Unidad Especial de Inteligencia Sensible (SIU).
Cuando fue arrestado, Moreno estaba viendo televisión con su pareja, una joven paraguaya. La casa había sido alquilada cinco días antes. Al ser detenido, preguntó quién lo había delatado y ofreció quintuplicar la recompensa por esa información. En Perú se ofrece una recompensa de 500.000 soles (~150.000 dólares) por su captura.
Moreno, quien había estado en Ciudad del Este, no puso resistencia durante el arresto, siendo reducido por 10 policías, aunque había 40 más en el perímetro. Sin armas, ofreció sobornos para ser liberado. Alegó que la policía peruana lo acusa falsamente de varios crímenes. Desde Paraguay, donde se ocultó por dos años, negó haber estado en Brasil pero admitió su estancia en Bolivia.
Ha rechazado la extradición rápida a Perú por temor a ser asesinado y declaró que desea hacerse cargo solo de los delitos que reconoce. Ha afirmado que la policía peruana lo ayuda y que por ello se le atribuyen injustamente delitos.
Los jueces Clara Ruiz Díaz Parris y Francisco Acevedo Morel decretaron su prisión preventiva con fines de extradición por un asalto a un taxista en 2017 y el secuestro exprés de una empresaria en 2024. Se hallaron documentos falsos en su poder, identificándose como Pierré Jesús Neciosup, aunque podrían ser «perdonados» para facilitar su extradición.
La llegada de cuatro agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) a Paraguay causó fricción debido a que la policía peruana se adjudicó el mérito de su captura, aunque no participaron en el operativo.
