El camino de Claudia Sheinbaum hacia un México mejor
Claudia Sheinbaum asume la presidencia de México, en un acto histórico en el Palacio Legislativo de San Lázaro y el Zócalo de la Ciudad de México. Con un discurso que marca el inicio de una nueva etapa, Sheinbaum se compromete a seguir el legado de López Obrador y a implementar su propio estilo y prioridades en el gobierno, centradas en la promoción de las mujeres, la educación, la ciencia, los desafíos medioambientales y la lucha contra el sexismo y el racismo.
Con 36 millones de electores detrás de ella, Sheinbaum se convierte en la primera mujer en ocupar la presidencia de México, en medio de altas expectativas y desafíos. Heredando un movimiento político poderoso y una mayoría en el Congreso, la nueva presidenta se compromete a no fallar a sus seguidores y a seguir adelante con la Cuarta Transformación iniciada por López Obrador.
El acto de transición presidencial despierta emociones encontradas entre los mexicanos, con nostalgia por la salida de López Obrador, pero también con renovadas esperanzas en el liderazgo de Sheinbaum. Desde temprano, cientos de miles de simpatizantes llenaron el Zócalo para presenciar la entrega de un bastón de mando y escuchar los 100 puntos que guiarán el gobierno de la nueva presidenta.
Sheinbaum, quien se compromete a entregar lo mejor de sí misma por el bienestar del pueblo mexicano, marca el inicio de una nueva era política en el país. Con un enfoque en la continuidad con el cambio y la consolidación de la Cuarta Transformación, la presidenta presenta un plan de gobierno que refleja sus propias prioridades y visiones, al tiempo que honra el legado de su antecesor.
Con un poder sin precedentes en décadas, Sheinbaum se enfrenta a la tarea de liderar un país marcado por la corrupción, la desigualdad y la violencia. Su ascenso al poder representa un hito en la historia política de México y marca el inicio de una nueva etapa llena de retos y oportunidades para el país.