La Cámara de Diputados, liderada por Raúl Latorre (ANR, HC), donde los cartistas dominan, protegen a sus propios intendentes mientras presionan a los opositores. El martes 9 abordarán seis solicitudes de intervenciones. Entre ellos, Hernán Ysidro Rivas, alcalde de Tomás Romero Pereira e investigado por presunto daño de G. 2.000 millones, aunque no hay progresos en su caso.
Tomás Olmedo, alcalde de Ñemby, enfrentó acusaciones por un daño de G. 700 millones. Fue imputado, pero sobreseído en abril. La fiscal Tamara Ávalos dijo que tiene un año más para acusarlo. César Machuca, alcalde de Ybyrarobaná, está bajo la lupa por supuestas obras «fantasma», pero no ha habido avances.
Los tres alcaldes colorados acumulan presuntos desvíos por G. 2.700 millones. Para proteger a los de ANR, el cartismo incluyó la intervención de Juan M. Ávalos, alcalde de Lima, quien no tiene causas legales abiertas. También está Silvio Andrés Peña, alcalde de Emboscada, acusado, pero sin investigación fiscal. Vidal Argüello, de Yby Yaú, enfrenta acusaciones por falta de transparencia, pero denunció a los concejales por falsificación de votos.
El cartismo ha creado condiciones para promover la impunidad, bloqueando intervenciones y alegando falta de tiempo para finalizar los procesos. A diferencia del caso del exalcalde opositor Miguel Prieto, estos casos llevan congelados desde el año pasado. Si se procede con las intervenciones, se formarían comisiones para determinar si son necesarias. El Ejecutivo tendría 15 días para designar interventores, quienes tendrían al menos 60 días para investigar.
Los informes finales podrían estar listos hacia finales de noviembre o principios de diciembre. Si los alcaldes son removidos, se tendrían que convocar elecciones en 90 días, posiblemente en marzo del próximo año, significando un gasto para apenas unos meses de mandato.
