El ex presidente Jair Bolsonaro envió mensajes a sus seguidores anunciando «días difíciles» en el grupo de Telegram el 21 de enero, cuatro días antes de que la Policía Federal lanzara una operación contra un presunto plan de espionaje ilegal en la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin).
Este hecho generó dudas sobre si Bolsonaro pudo haber tenido acceso a información privilegiada sobre las acciones del gobierno federal.
El 24 de enero, Bolsonaro volvió a expresar preocupación por el futuro en otra red social, advirtiendo que «las próximas semanas podrían ser decisivas».
Estos mensajes se produjeron poco antes de que agentes de la Policía Federal se dirigieran a la casa del ex presidente en Angra dos Reis (RJ), lo que sugiere una posible anticipación a las acciones de las autoridades.
La renovación en el inmueble y la salida de la casa antes de la llegada de los agentes de la PF también alimentaron las sospechas sobre la posibilidad de que Bolsonaro estuviera al tanto de las últimas acciones del gobierno.
Estos eventos han despertado interrogantes sobre la transparencia y la seguridad de la información en el entorno político del país.
