Decisión sobre regreso al horario de verano en debate. Avances.
¿Qué motivó la discusión?
A principios de este mes, el ministro Alexandre Silveira anunció que el gobierno estaba considerando implementar el regreso del horario de verano para ahorrar energía ante la sequía en Brasil.
En esa ocasión, Silveira consideró que hay otros efectos del regreso del horario de verano a considerar, como la cuestión económica.
Las discusiones sobre el tema aún continúan y son lideradas por el Ministerio de Minas y Energía, el Operador del Sistema Eléctrico Nacional y la Empresa de Investigación Energética (EPE).
Pese a ello, el ministro deja claro que la decisión final la tomará el Presidente de la República.
Según el ministro, los ministerios y el Tribunal Superior Electoral (TSE) serán convocados a reuniones para discutir el tema. Sólo después de esas reuniones el asunto será llevado a Lula, para que decida si se vuelve o no al horario de verano.
Recomendaciones
El informe del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS) recomendó que es prudente y factible volver al horario de verano. Este estudio considera la planificación para los años 2025 y 2026.
Según el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden), un estudio muestra que el índice de precipitaciones es el más bajo de los últimos 74 años. En palabras del ministro, el nivel es muy inferior al más bajo jamás registrado.
El ministro dice que en septiembre la demanda aumentó un 5% en el consumo de energía, lo que indica que la economía está creciendo.
Pese al escenario planteado, Silveira reforzó que “no hay riesgo de crisis energética”.
Los sectores de servicios e industria difieren en cuanto a la eficacia del horario de verano.
André Braz, economista del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (Ibre/FGV), señala que adoptar el sistema sería un arma de doble filo para la economía, ya que el efecto no sería uniforme en todos los sectores.
En segmentos como turismo, comercio y servicios, la medida tiende a traer más beneficios, dice el experto.
Para sectores como la industria y la agroindustria, los impactos pueden ser perjudiciales.
“La producción industrial suele funcionar en turnos continuos y los cambios de horarios pueden generar desequilibrios en los turnos de trabajo, afectando la productividad en el corto plazo. Además, el sector industrial no se beneficia directamente del ahorro energético, ya que el consumo está más concentrado durante el día”, afirma Braz.
Descontinuado en 2019
El cronograma fue suspendido en 2019 durante el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro (PL). En ese momento, el entonces jefe del Ejecutivo dijo que el cambio se hizo con base en estudios que analizaron el ahorro energético del período y cómo se afecta el reloj biológico de la población.