Óscar Daniel Cabreira Pinazo, de 48 años, un contador procesado por lavado de activos, falleció después de supuestamente dispararse en la cabeza durante un allanamiento en su vivienda. El fiscal Andrés Arriola ofreció una rueda de prensa para detallar el procedimiento y los motivos que llevaron a la trágica intervención.
El operativo, enmarcado en la investigación «Pavo Real 2», se llevó a cabo a las 7:30 de la mañana en el barrio Virgen de Caacupé. Arriola explicó que la orden de allanamiento y detención se emitió porque nuevas pruebas, obtenidas a través de extracciones de datos y cooperaciones internacionales, vinculaban a Cabreira con tráfico internacional de drogas y asociación criminal.
Según el relato del fiscal, cuando los agentes del SIU entraban en la casa tras derribar dos puertas, escucharon un estruendo. Al ingresar a la habitación, encontraron a Cabreira tendido en el suelo con una pistola y un casquillo cerca de su mano. Arriola, quien estuvo presente en todo momento, afirmó que la casa tiene un circuito cerrado de televisión que fue incautado para su análisis.
Tras el incidente, los bomberos trasladaron a Cabreira al Hospital Regional, donde el médico forense César González confirmó que falleció a causa de una herida de bala en la cabeza. El cuerpo fue enviado a la Morgue Judicial de Asunción para una inspección más detallada.
Durante el allanamiento, las autoridades incautaron vehículos, joyas y dinero en efectivo. Arriola lamentó la muerte, pero insistió en que la imputación contra Cabreira estaba «bien fundamentada, con pruebas en demasía».