El santuario de Tupärenda (casa de Dios), en Ypacaraí, departamento Central, recibió a cientos de fieles para rendir homenaje a la Virgen de Schoenstatt (lugar bello).
La misa principal fue oficiada por el obispo Joaquín Robledo, quien enfocó su discurso en lo religioso, exhortando a los creyentes a ser portadores de misericordia.
El sacerdote destacó que los seguidores de Cristo y todos los bautizados deben llevar la buena nueva y practicar las obras de misericordia, siguiendo el ejemplo de la madre de Dios.
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Señaló que es urgente seguir las enseñanzas de la Virgen María para alcanzar la vida eterna, enfatizando su obediencia, vida de oración y servicio continuo a los demás.
“María hizo grandes cosas por su fe, esperanza y amor a Dios, y hoy estamos llamados a ser peregrinos de la esperanza, especialmente en este año jubilar”, señaló el obispo.
Comentó que, actualmente, se percibe la ausencia de Dios y de la Virgen María en el país, haciendo hincapié en la importancia de practicar las obras de misericordia con quienes más lo necesitan.
Resaltó la vida de la madre de Jesús, siempre obediente y humilde ante los designios de Dios. “Esa experiencia de María, que es solidaria y servicial, nos debe servir de ejemplo”, enfatizó.
Después de la misa principal, se llevó a cabo una procesión hasta la capilla, donde se realizó la consagración a la Virgen y la bendición final. Como cada año, una gran multitud fue parte de la celebración.
