Internacionales
El impacto humano ha transformado la historia evolutiva de la Amazonía | América del futuro
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La Amazonía, ese poderoso bosque tropical que hoy acoge a los 50.000 participantes de la conferencia sobre el cambio climático (COP30), está sufriendo una transformación tan profunda que incluso los impactos humanos han alterado su historia evolutiva. Los cambios generados, que van desde la tala selectiva hasta la deforestación y los incendios, han modificado la funcionalidad de sus bosques y podrían pasar décadas antes de que vuelvan a tener una composición similar a la de sus antecesores, indica un estudio publicado en Biología del cambio global.
Desde la Universidad de Lancaster, Reino Unido, el ecologista brasileño Cassio Alencar Nunes explica que la deforestación no es la única amenaza para los bosques tropicales. En toda la Amazonía, por ejemplo, la superficie de bosques que tienen alguna perturbación es mayor que la que está deforestada. Los bosques que han sido modificados ocupan al menos 1,27 millones de kilómetros cuadrados, el equivalente al 23% de los bosques que aún persisten en la región. «Lo que hicimos fue analizar cómo las diferentes perturbaciones afectan la diversidad de los árboles», dice.
Lo hicieron desde tres frentes. No sólo estudiando la taxonomía -es decir, la diversidad y número de especies- sino también la variedad de funciones que cumplen los árboles y la filogenética. “Evaluamos cómo se relacionan cada una de las especies entre sí en términos de evolución”, aclara el coautor de la investigación sobre el último punto. En los tres casos, recordemos, comprobaron que la variedad es menor tras las diferentes alteraciones y que su modificación por parte del hombre explica el 55% de este efecto.
Para llegar a esta conclusión recurrieron a un ejército de información. Como parte del Red Amazónica Sostenible (RAS) aprovechó que, desde 2010, tienen 250 parcelas en la Amazonía oriental de Brasil, en Paragominas y Santarén. En estos hay 55.000 árboles que, a través de diferentes trabajos y personas, han sido estudiados y medidos, convirtiéndose en el insumo para responder a la pregunta que se plantearon Alencar Nunes y su equipo. Los lotes de RAS han servido como laboratorio de la vida real para probar teorías. En algunos encontraron señales de que habían sufrido incendios o talas en los últimos 20 años, mientras que otros permanecían intactos. Así, pudieron comparar el camino recorrido por un bosque intervenido versus uno que no lo fue.
“Es un trabajo muy robusto”, añade el ecologista, destacando la cantidad de registros que tuvieron en cuenta. Además, debido a que las parcelas han sido examinadas desde 2010, también pudieron ver cómo es la composición de los bosques secundarios amazónicos: aquellos que nacen y crecen después de que un ecosistema ha sido talado casi a cero. “Tienen los niveles más bajos de diversidad local y son los más diferentes de los bosques intactos, independientemente de la región”, especifica el estudio.
En los bosques secundarios, que actualmente ocupan hasta 235.000 kilómetros cuadrados en toda la Amazonia, predominan las especies pioneras. En este caso, árboles capaces de emerger de las condiciones hostiles que, por ejemplo, deja un incendio, pero que tienen funciones diferentes a las de los árboles de lento crecimiento que antes estaban allí. “Son árboles que alcanzan los 20 metros de altura, cuando otros pueden alcanzar los 35 o 50 metros”, afirma Alencar Nunes. «Esto implica que el ecosistema tiene más luz, más calor y menos humedad. Cambia la forma en que todo está estructurado y funciona».
Ante la COP30, el mensaje de la investigación es contundente. En primer lugar, se deben evitar a toda costa las perturbaciones y la degradación de los bosques amazónicos, ya que los intactos son mucho más ricos y tienen una composición de especies diferente. Pero la segunda cosa es que incluso los bosques primarios alterados continúan albergando “un número bastante significativo de especies, tipos funcionales y linajes evolutivos en comparación con los bosques secundarios”. Por eso, evitar la deforestación o mayores alteraciones es fundamental, especialmente en este punto avanzado de la crisis climática.
“En ese sentido, creemos que el mecanismo Tropical Forests Forever Fund (TFFF) es positivo porque valora todos los bosques en pie, incluso con alguna perturbación”, comenta sobre el instrumento financiero que presentó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva días antes del inicio oficial de la COP30. El fondo, además de operar bajo la lógica de inversión, de querer recaudar 125 mil millones de dólares y asegurar que al menos el 20% de los pagos realizados a los países con bosques tropicales se destine a los pueblos indígenas y comunidades locales, se basa en una idea diferente a otras propuestas: que quienes mantienen los bosques en pie sean pagados, incluso si ha habido algunas intervenciones.
Con los árboles del Amazonas pasa como con todo allí: cualquier pérdida en esa selva es una para la Tierra. Y mientras una sola hectárea del Amazonas puede contener más de 300 especies, toda Europa tiene unas 450 especies autóctonas, recuerdan los autores del estudio.

Él es hora de Mariah Carey fue un hecho divertido en ese momento. Después de la noche de Halloween, la diva empezó con Todo lo que quiero para Navidad eres tú y así como la marmota Phill advierte cuánto invierno queda, la diva anunció la llegada de la Navidad. “¿En noviembre?” Algunos de los que nos llamamos Grinch estamos alarmados. Pues si. Y ahora esa ocurrencia es tradición y la Navidad se prolonga un mes más. Pero no podemos culparla sólo a ella.
Antena 3 ha olido el oropel y el pasado sábado programó tres telefilmes navideños. Adiós, mujeres acosadas por un desconocido, niñeras con malas intenciones y adolescentes embarazadas; Han llegado los anuncios de éxito que accidentalmente cambiarán el ruido de Nueva York por un pequeño y pintoresco pueblo donde descubrirán el verdadero sentido de la vida. ¿Cómo no pensar que el tiempo pasa rápido si tenemos normalizado sacudir la arena de la bolsa de playa mientras los ayuntamientos instalan los adornos navideños, si los restos de bronceador se codean con el turrón de coco en los supermercados, si podemos comprar la lotería de Navidad en agosto y los catálogos para que elijamos a qué guerrero del K-Pop le vamos a pedir a los Reyes nos llegan al buzón en octubre?
Ya no hay otoño, hay perinatividad. La preciosa estación que sirvió para recuperarse de los excesos del verano y aterrizar suavemente en el frío es la principal víctima de esta redistribución de las estaciones. La época del año en la que caminamos melancólicos entre árboles semidesnudos mientras escuchamos hojas de otoño y nos preparamos para los tiempos bulliciosos que se vislumbran en el horizonte y que están desapareciendo. Todo lo que invita a contemplar y reflexionar está cayendo en desuso. Hay ansiedad porque cada día está lleno de actividad, y mejor si es monetizable.
Y si no hay festivo, ampliamos los que hay. La mayoría de las fechas en las que se conmemora una tradición local han comenzado a extenderse por días, todo debido al turismo, porque de qué sirve conocer una ciudad donde no se celebra nada. Noviembre ha sido absorbido por viernes negro, que ha llegado a durar un mes en algunas tiendas. El otoño se ha convertido en una sucesión de ofertas en hogar y electrónica, en las que tenemos que estar constantemente alerta para no perdernos algún descuento en un producto que no necesitamos. No es que el tiempo pase más rápido, es que ya somos incapaces de vivir lentamente.

Internacionales
Antonio Ortega, el presidente del Real Madrid durante la República que acabó fusilado en Alicante | España
En la Tumba IX del Cementerio de Alicante reposan los restos mortales de, en principio y antes de su excavación, 52 fusilados por Franco. Entre ellos, los de Antonio Ortega Gutiérrez, alto militar republicano que nació en Rabé de las Calzadas (Burgos) y ocupó los cargos de gobernador civil de Guipúzcoa, director general de Seguridad y comandante del Ejército. Y además, con las competiciones deportivas suspendidas durante la guerra, fue presidente del Madrid Foot-Ball Club, nombre con el que se llamaba entonces el Real Madrid CF, entre 1937 y 1938. Al finalizar la guerra, fue detenido en Alicante, último territorio controlado por la República, y fusilado.
“Al parecer, Ortega era presidente de Madrid porque era un militar de alto rango y estaba allí”, afirma Jorge García Fernández, arqueólogo de la empresa Drakkar Consultores que, junto con el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante (UA) José Ramón García Gandía, acaba de redactar el proyecto de intervención en la fosa común de Alicante que el Ayuntamiento de Aspe (Alicante) ha impulsado con una subvención de 8.300 euros del Departamento de Justicia de la Generalitat Valenciana. “Durante la Guerra Civil se suspendió la liga”, añade García Fernández, “sólo se jugaron amistosos”. Pero el conjunto merengue seguía en pie, al no tener ya el título real que le vinculaba a la monarquía, y necesitaba un presidente que lo representara. El gobierno decidió que era Ortega.
La historia de este burgalés durante la guerra trasciende con creces la presidencia madrileña. Según la documentación presentada en el informe del proyecto, Ortega era teniente de Carabineros en el puesto fronterizo de Irún cuando los militares al mando de Franco se sublevaron. Tras escoltar al conde Romanones a Francia, en agosto de 1936 fue nombrado gobernador civil de Guipúzcoa, cargo en el que cesó tras la caída del gobierno autonómico del País Vasco. Marchó a Madrid, donde luchó por la República hasta que en mayo de 1937 fue nombrado Director General de Seguridad por Juan Negrín. Su posible implicación en la detención de Andrés Nin y otros dirigentes del Partido Marxista de Unificación de los Trabajadores (POUM) obliga a su despido. En 1938 se convirtió en comandante del Ejército, permaneció leal a Negrín, incluso después del golpe de Estado de Luis Casado, y finalmente fue detenido en Alicante en abril de 1939, mientras intentaba abordar un barco con destino a Argelia. Lo fusilaron tres meses después, el 15 de julio.
“La particularidad que tiene Alicante”, subraya García Fernández, “es que hay muchos republicanos de toda España que intentaron huir del puerto y fueron capturados aquí”. Esto complica la identificación de los restos encontrados en las fosas comunes, ya que «muchos de ellos son jóvenes y sin descendencia», lo que complica su identificación mediante ADN, «y hay casos en los que las familias ni siquiera conocen» el destino final de los represaliados.
En la Fosa IX de Alicante yacen “vecinos de 15 municipios distintos de Alicante” y detenidos de Cáceres, Badajoz, Cádiz, León, Burgos y Almería. Entre ellos, el soldador José Martí, ejecutado a los 58 años, que llegó a ocupar el cargo de alcalde de Novelda. O Manuel Bellot, un zapatero de Elda que presidió la CNT y también fue alcalde de su ciudad natal y que fue fusilado con 35 años. Y, junto al presidente madrileño, también se encuentra Santiago Bernabéu Aguado, un zapatero eldense de 32 años que fue condenado a muerte por un consejo de guerra y que, según García Gandía, “no tiene parentesco” con el artífice de la época dorada del club madrileño durante los años 60.
El trabajo de documentación e identificación de los restos que pueda contener cada fosa común es largo y minucioso. En primer lugar, “se elaboró un acta de todos los fusilados”, explica el historiador de la UA, “que aparecen en las actas del cementerio” de Alicante, depositadas en el archivo municipal.
Este documento también indica la rejilla de hormigón en la que fueron enterrados, dentro de diferentes parcelas. La fosa IX, según consta en el registro de la Generalitat Valenciana, pertenece a la parcela 19. Para completar la documentación de la mayoría de represaliados nos dirigimos al Archivo de la Defensa de Madrid, donde constan los resúmenes. Este es “el primer paso” del proyecto de recuperación de los restos mortales. Los próximos serán la «exhumación», explica García Gandía, la «identificación mediante ADN» y, en el caso de que los familiares lo consideren oportuno, la «reinhumación». El profesor de la UA confía en que la segunda fase se adjudique “en febrero del año que viene”. Calcula que la excavación de 52 restos mortales llevará “uno o dos meses” de trabajo.
La contundente victoria del socialista demócrata Zohran Mamdani en las elecciones a la alcaldía de Nueva York es el logro más significativo del Partido Demócrata en este ciclo electoral. Su amplia coalición, que abarcaba clases sociales, razas y todos los distritos excepto Staten Island, le dio una victoria decisiva en la ciudad más poblada del país y lo convirtió en el líder demócrata más visible de Estados Unidos. Sin embargo, su ascenso también pone de relieve una profunda paradoja dentro del partido: su figura más exitosa y poderosa en términos electorales está constitucionalmente impedida de aspirar a la presidencia.
Mamdani nació en Uganda, por lo que no es ciudadano estadounidense por nacimiento, como exige el artículo II de la Constitución para ser presidente. Esa única circunstancia marca el límite de su destino político: por mucha popularidad que alcance o logros que acumule, su carrera termina en las puertas de la Casa Blanca. Podrá ser reelegido alcalde en 2029 -la ley de Nueva York permite dos mandatos consecutivos- o después aspirar a ser gobernador o senador, pero no poder ni siquiera intentar ocupar el 1600 de la Avenida Pennsylvania será una característica que definirá inevitablemente su carrera.
En su ascenso, Mamdani ha cosechado hasta ahora varias “primicias”: es el alcalde más joven desde la creación del “Gran Nueva York” en 1898, el primero de origen del sur de Asia y el primer musulmán en gobernar la ciudad. Sin embargo, la historia política de Nueva York es implacable. Ningún alcalde ha logrado convertirse en gobernador desde John T. Hoffman en 1869, ninguno ha llegado al Congreso desde Adolph L. Kline en 1921 y ninguno ha logrado la presidencia, aunque muchos lo han intentado: en los últimos tiempos, Bill de Blasio, Rudy Giuliani y Michael Bloomberg. Quizás, más que una paradoja, el destino de Mamdani sea simplemente un capítulo más de la vieja «maldición» de los alcaldes de Nueva York, condenados a brillar con fuerza en la Gran Manzana, pero incapaces de proyectar su luz más allá de ella.
Sin embargo, sus 34 años le permitirán ejercer mucha influencia y, si juega bien sus cartas, podría convertirse en una voz definitiva dentro del Partido Demócrata durante décadas, con la fuerza que le daría no ser un competidor de otras figuras de su partido por la presidencia.
La situación del partido es aún más reveladora cuando se analiza el desempeño demócrata en las elecciones del 5 de noviembre más allá de Nueva York. Además de la victoria de Mamdani, el partido logró varios avances relevantes, entre ellos la aprobación de la Proposición 50 en California, una medida que fortalece la capacidad de California para redefinir la distribución de sus distritos electorales, los llamados manipulación– lo que podría traducirse en más escaños e incluso en una eventual mayoría demócrata en la Cámara de Representantes en Washington antes de las elecciones de mitad de período de 2026.
El poder de reconfiguración electoral de la Propuesta 50 consolida a California como un contrapeso político a Washington y una herramienta clave para mantener e incluso expandir la influencia demócrata en el escenario nacional; La medida fue una respuesta directa a la estrategia de los republicanos en estados como Texas, donde también han utilizado la manipulación para asegurar sus mayorías.
Sin embargo, medir el estado del Partido Demócrata por lo ocurrido en California y Nueva York es una lectura parcial. Ambos estados (incluida la Gran Manzana) son de mayoría demócrata y no reflejan el sentimiento del país en su conjunto. A nivel nacional, el partido carece de una dirección clara y de propuestas verdaderamente innovadoras. De representar a las clases trabajadoras y a las minorías en el pasado, hoy se lo ve como una fuerza dominada por élites intelectuales con pretensiones de superioridad moral que, aunque incluye a las minorías, tiene poca conexión con la vida cotidiana de la gente común y corriente.
El espacio de cercanía emocional con el votante medio ha sido ocupado, al menos por ahora, por el Partido Republicano y más directamente por el trumpismo. No en vano Trump ganó hace apenas un año la presidencia en 31 de los 50 Estados de la Unión, incluidos los siete estados indecisos (o estados pendulares), que habría obtenido 312 de los 538 votos del colegio electoral -el 58%- y que su partido controla hoy ambas cámaras del Congreso.
Queda por ver entonces si el Partido Demócrata será capaz de capturar y transferir a escala nacional la conexión que Mamdani logró con los votantes neoyorquinos. Para lograrlo, necesitará adaptar su mensaje a audiencias menos liberales que Nueva York y reconectarse con el estadounidense promedio. El gran desafío del partido será convertir esa energía local en una narrativa nacional para, sin condescendencias y con un claro liderazgo nacional que hoy no existe, volver a hablarle al ciudadano común.
A encuesta publicado por politico la semana pasada entre los votantes demócratas, ilustra cuán difuso es el liderazgo de ese partido: el 21% de los encuestados respondió que no sabe quién dirige el partido. El 16,1% respondió que es Kamala Harris, la exvicepresidenta y excandidata presidencial, mientras que el 10,5% respondió que “nadie”. El 52,4% restante se repartió entre 26 personas, con Mamdani actualmente muy bajo con un 0,3% y, como dato curioso, el republicano Donald Trump con un 0,8%.
El contraste es evidente: si bien los candidatos e iniciativas demócratas obtuvieron buenos resultados a nivel local, el partido aún carece de una voz o figura nacional capaz de unificar su mensaje. La prominencia de Mamdani, por impresionante que sea, sólo resalta ese vacío. Hoy es el político demócrata más notorio del país, pero no podrá transformar su fuerza electoral en liderazgo presidencial.
Las elecciones de este año revelaron tanto el potencial como los límites de la renovación demócrata: un partido con energía en la base, victorias en algunas ciudades y estados importantes, pero aún sin un líder nacional que lo una o un mensaje que le hable al país real.
Las elecciones legislativas del próximo año mostrarán si los demócratas aprendieron algo de este ciclo o si –como hasta ahora– seguirán observando a los alcistas desde la barrera.
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