Internacionales
PP y Vox apoyan a Eduardo Zaplana, condenado por corrupción

Las Cortes Valencianas han sido el escenario de una significativa controversia política, donde el Partido Popular (PP) y Vox han rechazado una declaración institucional que buscaba desaprobar la conducta de Eduardo Zaplana, ex presidente de la Generalitat Valenciana, recientemente condenado por corrupción.
La declaración, presentada por los socialistas valencianos (PSPV), tenía como objetivo criticar a Zaplana en relación con su condena a diez años y cinco meses de prisión por delitos de prevaricación, cohecho, falsedad y blanqueo de capitales. Se argumentaba que estos actos fueron una violación grave de la confianza pública, ya que Zaplana, durante su mandato, habría estado implicado en un esquema de corrupción que incluía el cobro de mordidas de un adjudicatario en un caso conocido como «caso de terreno baldío».
En el comunicado que fue objeto de rechazo por parte de la derecha y extrema derecha en la asamblea, los socialistas apuntaron a la gravedad de las acciones de Zaplana, destacando los reconocimientos de los principales imputados relacionados con el escándalo. «Estamos ante hechos de extraordinaria gravedad», se enfatizó en el texto, que también subrayaba la indignidad de alguien en una posición de tan alta responsabilidad política. La propuesta encima de la mesa buscaba no solo desaprobar a Zaplana, sino también revocar cualquier reconocimiento o distinción que hubiera recibido por parte de la Generalitat.
El portavoz del PP en el parlamento autonómico, Juanfran Pérez Llorca, sostuvo que no sería un problema retirar los homenajes y distinciones a Zaplana si se llegara a una sentencia firme en su caso. Sin embargo, hizo hincapié en que, en ausencia de tal sentencia, el PP no podría aceptar la proposición del PSPV. Desde Vox, el defensor del Pueblo, José María Llanos, adoptó una posición similar, acusando a los socialistas de utilizar la controversia como un medio para atacar políticamente a sus oponentes.
Por otro lado, se alzaron voces a favor de la condena y la revocación de distinciones hacia Zaplana. Joan Baldoví, portavoz del grupo Compromís, apoyó la iniciativa socialista y reafirmó la necesidad de castigar a quien considera un corrupto que ha perjudicado a los valencianos. «Zaplana no vino a servir, vino a enriquecerse», fue una de las contundentes afirmaciones que destacó Baldoví durante el debate.
La condena de Zaplana está relacionada con la manipulación de las adjudicaciones en 1997 del servicio de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en la Comunidad Valenciana. Según el fallo de la Audiencia Provincial de Valencia, Zaplana participó en la entrega irregular de contratos y en el cobro de comisiones ilegales, un hecho que refleja la corrupción que ha sobrepasado el ámbito gubernamental y que afecta directamente a la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
En respuesta a la decisión de rechazar la declaración propuesta por los socialistas, el comunicado enfatizó que las Cortes Valencianas no pueden permanecer neutrales ante actos de corrupción. Instó a que estas instituciones tomaran una postura firme y clara, reafirmando su compromiso con la lucha contra la corrupción, un problema que continúa desconcertando a la sociedad española.
El debate sobre la ética y la transparencia en la política valenciana se ha reavivado con este caso, planteando serias preguntas sobre el futuro de las instituciones y la percepción pública de la justicia en España. La negativa de PP y Vox a apoyar la desaprobación sugiere que las divisiones políticas no solo son evidentes en el discurso, sino que también se manifiestan en la acción legislativa, lo que podría obstaculizar la rendición de cuentas en casos de corrupción en el ámbito político.


Internacionales
La sentencia de segunda instancia de Álvaro Uribe, en vivo | La Audiencia exonera al expresidente en los dos primeros de los cinco casos por manipulación de testigos
El expresidente asiste a la audiencia desde su finca en Rionegro, Antioquia
El expresidente Álvaro Uribe asiste a la lectura del fallo del Tribunal Superior de Bogotá desde su finca en Rionegro, Antioquia. El presidente derechista ha asistido a la mayoría de las audiencias del proceso desde el mismo lugar, donde también estuvo encerrado mientras cumplía la pena que le impuso la jueza de primera instancia, Sandra Heredia, para su ejecución inmediata. Los tres magistrados del pleno de la Corte: Manuel Antonio Merchán, Alexandra Ossa y María Leonor Oviedo confirmaron la asistencia de las víctimas y sus abogados. El Ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, una de las víctimas del proceso, no ha asistido a la lectura del fallo por compromisos laborales.

Internacionales
Foro World In Progress 2025 en Barcelona, en directo | Philippe, ex primer ministro francés: “El acuerdo comercial de Europa con Estados Unidos me aterroriza, es un acuerdo doloroso” | Internacional
Oliu (Sabadell): “Estábamos convencidos de que habría una segunda opa y no fue así”
Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, aborda la cuestión del sistema financiero ante los retos del mercado, pocos días después del fracaso de la opa del BBVA para hacerse con la entidad.
«Lo que no hemos hecho bien en esta opa es que en los últimos tres días estábamos convencidos de que habría una segunda opa y no fue así. Perdimos el tiempo durante tres días», afirmó.
«En la parte de valor, miramos qué alternativas teníamos para demostrar que el Banco de Sabadell tenía más valor del que nos querían dar para hacernos desaparecer como entidad independiente. El banco pasó de una perspectiva de creación de valor sostenible de unos mil millones a una perspectiva de 2.000 millones», afirmó.
“Las lecciones que he aprendido de la adquisición: en primer lugar, que nunca llevaré a cabo ninguna adquisición hostil”, afirma.
El presidente de Banco Sabadell ha indicado que la entidad ha prometido al mercado un importante reparto de dividendos, por lo que ese será su objetivo, y no crecer a través de compras, sólo a través del crecimiento orgánico. La entidad se centrará en “la rentabilidad, la generación de capital y la distribución del excedente de capital”. En los próximos dos o tres años “nuestro objetivo no será aumentar el tamaño”. Y agregó: “Si hay más capital, lo distribuiremos también mediante recompra de acciones”. Ha añadido que el riesgo de que Sabadell no reparta los dividendos prometidos «es prácticamente nulo». «El banco es muy sólido, al igual que la economía. El riesgo de ejecutar la estrategia de Sabadell en solitario es nulo. El riesgo de que no se den dividendos es prácticamente nulo».
Oliu ha insistido en que los movimientos no son «necesariamente fusiones», ni siquiera transfronterizos, ya que un banco español «tiene su manera de actuar en España, y un italiano en Italia». Pero hay plataformas que, por su tamaño y costes de innovación, “pueden operar internacionalmente”. Y ha puesto el ejemplo de las plataformas de pago. «Estamos a la espera de una alianza internacional con una plataforma de pagos, al igual que en Italia y Francia». “Somos un banco cliente que distribuye productos desde diferentes plataformas”
Para Oliu, la innovación tecnológica “no se va a dar en los bancos”, sino que vendrá de las empresas tecnológicas. “Ellos son los encargados de crear tecnologías para hacer competitivos a los bancos”
Internacionales
El encuentro entre Petro y McNamara marca un respiro en la crisis entre Colombia y Estados Unidos

La angustia permanece en Colombia. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no ha cumplido su amenaza de este lunes de decretar nuevos aranceles a las exportaciones del país andino, pero tampoco lo ha retirado. En pocas palabras, sus prioridades son otras, como afrontar la fragilidad del alto el fuego que logró para Gaza. Mientras tanto, en Bogotá, Gustavo Petro llamó a consultas a su embajador en Washington, concedió una extensa entrevista en la que anunció que pediría explicaciones a la Administración republicana y cerró la jornada con una reunión privada con John McNamara, embajador en funciones o encargado de negocios de la superpotencia en su país. A la salida ninguno de los dos dio declaraciones. Aunque la reunión demuestra que los canales no están rotos, el riesgo de un duro golpe económico no ha quedado atrás.
Este es un riesgo particularmente fuerte para Colombia, que tiene a Estados Unidos como destino del 26% de sus exportaciones y como principal fuente de inversión extranjera o ayuda de seguridad. No pasa en vano un siglo de alineamiento político, ni tampoco 25 años de profunda asistencia militar, desde la creación del llamado Plan Colombia, que fue fundamental en la recuperación de lo que algunos llegaron a calificar como un Estado fallido. El vínculo es tan fuerte que el propio Petro ha afirmado este lunes, en X y en la entrevista con Daniel Coronell, la existencia de un acuerdo de libre comercio entre ambas naciones, a pesar de que ese acuerdo ha sido criticado durante años por la izquierda colombiana, a la que él representa. “No debería haber impuesto ningún arancel porque había un acuerdo internacional de libre comercio entre los dos países”, dijo en diálogo con el periodista, en referencia al impuesto que la norteamericana impuso a todos los países el pasado 2 de abril, en un cuadro en el que Colombia resultó menos afectada que muchos de sus vecinos y competidores.
Algunos sectores exportadores como el cafetalero han explorado estrategias para aprovechar esta ventaja competitiva inesperada, pero la incertidumbre ha limitado la posibilidad de aprovecharla. Más aún por las difíciles relaciones entre dos gobiernos de signos ideológicos opuestos, y liderados por presidentes locuaces y dados a excesos retóricos y reacciones calientes. Las primeras fricciones por la deportación de colombianos encadenados, que llevaron a los dos presidentes a anunciar una guerra comercial, han marcado tanto la desconfianza mutua como el arma favorita de Trump. Luego vino una escalada en septiembre. El día 15, el republicano descertificó a Colombia en su lucha contra el narcotráfico; el 23, el colombiano lanzó una condena muy fuerte al presidente de derecha en la Asamblea de las Naciones Unidas; En la mañana del 27 intervino en una manifestación callejera en Nueva York y pidió a los soldados que desobedecieran a Trump respecto a Israel; y esa misma noche el Departamento de Estado anunció el retiro de su visa por sus “acciones imprudentes e incendiarias”.
El nuevo choque involucra a un tercer actor, uno de particular importancia para Colombia. Se trata de Venezuela, el vecino con el que tiene mayores relaciones históricas y con el que Petro ha mantenido una relación incómoda desde que Nicolás Maduro se declaró ganador de las elecciones de julio de 2024 sin mostrar pruebas de ello, mientras la campaña del opositor Edmundo González reveló copias del 83,5% de las actas de votación, y estas indicaban su victoria por más de 30 puntos de diferencia. Petro exigió inicialmente a Maduro que revelara las actas, evitó asistir a su toma de posesión y mantuvo las puertas de Colombia abiertas a la ola de refugiados y asilados venezolanos que huyeron de la represión política de los meses siguientes, pero ha mantenido relaciones diplomáticas. Coronell, en su entrevista de este lunes, le preguntó sobre su posición frente a Maduro, y el presidente evitó una respuesta directa, optando por un largo rodeo por la historia de las relaciones colombo-venezolanas, los problemas de las economías dependientes del petróleo y el «desprecio» hacia los «traidores» que llaman a invadir su propio país (en referencia a la premio Nobel de la Paz y líder opositora venezolana María Corina Machado).
En los últimos dos meses, Trump ha aumentado la presión sobre el régimen de Maduro, con una inusual demostración de fuerza en el Caribe y al menos siete ataques con misiles a embarcaciones a las que acusa de transportar drogas a su país. El choque con Petro ocurre allí, y tiene como antecedente directo un mensaje del colombiano el pasado sábado, en el que acusa a los estadounidenses de haber impactado un barco de pescadores colombianos, «presuntamente» en aguas del país. Fue ante estas acusaciones que Trump reaccionó con furia: llamó a Petro “un líder del narcotráfico que alienta la producción masiva de drogas”, anunció la suspensión inmediata de toda ayuda al país andino y, horas después, afirmó que su decisión sobre los aranceles se conocería el lunes.
Eso es lo que no ha sucedido y lo que mantiene a Colombia en vilo. Sin detalles de la conversación entre McNamara y Petro, quienes le dijeron a Coronell que lo recibiría no para conceder nada, sino para exigir, persiste la incertidumbre. A cinco días de que el petrismo elija a su candidato presidencial, este martes Colombia seguirá esperando cualquier anuncio de Trump, mientras recibe el shock político que dejará el anuncio de la segunda instancia en el juicio por manipulación de testigos por el que fue condenado en julio el expresidente de derecha Álvaro Uribe Vélez.

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