Netanyahu desafía presiones internacionales y promete atacar Líbano vigorosamente.
Israel se mantiene firme en medio de tensiones con Hezbollah y descarta una tregua. Varias naciones piden contener la escalada hacia una guerra total. Un grupo liderado por EE.UU. y Francia propone un alto el fuego de 21 días, respaldado por la UE y otros países. Netanyahu genera pesimismo al afirmar que seguirá atacando a Hezbollah hasta cumplir sus objetivos.
En el cuarto día de bombardeos en el Líbano, se registraron 92 muertos, elevando la cifra total a 700 desde el inicio de la ofensiva. El ejército israelí atacó de nuevo los suburbios del sur de Beirut en busca de un alto comandante de Hezbollah. El clima de guerra domina la agenda de la ONU mientras aumenta la población desplazada en el Líbano.
Políticos israelíes rechazan negociaciones de alto el fuego, temiendo fortalecer a milicias libanesas apoyadas por Irán. Netanyahu y su círculo responden con firmeza, indicando que no habrá pausa en las operaciones militares en el norte del país vecino. También advierten sobre la continuidad de los combates en Gaza hasta cumplir sus objetivos.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, respalda la propuesta de alto el fuego de tres semanas de Francia y Washington. El premier libanés, Nayib Mikati, se muestra esperanzado en detener la escalada. La oposición israelí aboga por una tregua de siete días, mientras líderes nacionalistas insisten en aplastar a Hezbollah sin ceder terreno.
Los ataques persisten con consecuencias trágicas, como la muerte de 23 personas en Líbano, la noche del miércoles. En Israel, se interceptaron treinta cohetes lanzados desde el Líbano, sin reportar víctimas mortales. Las alertas continúan sonando en el norte del país, instando a la población a refugiarse ante la amenaza de ataques.
