El informe del interventor Carlos Pereira sobre la gestión del exintendente cartista de Asunción, Óscar «Nenecho» Rodríguez, revela que varias direcciones manejaron millones sin la supervisión de Contrataciones Públicas. Se encontraron indicios de posible sobrefacturación en pintura, con grandes compras de tóner y papel, además de pagos por fotocopias y la adquisición de casi 50 bolígrafos Parker y sus repuestos.
Este informe podría llevar a procesos penales contra Rodríguez, aunque tras su renuncia parece más cerca de ser exonerado que de enfrentar sanciones. Las direcciones utilizaron fondos de manera discrecional, violando los límites establecidos por el Decreto 3248/2025, superando el tope de ocho salarios mínimos para las «cajas chicas» y aumentando los montos asignados.
Las compras incluían bienes inventariables, lo que sugiere un intento de eludir los procesos regulados por la Ley de Contrataciones Públicas. Las cajas chicas debían ser para «compras de urgencia», pero se usaban para evadir controles.
Entre las adquisiciones «urgentes» estaban 43 lujosas lapiceras Parker y 252 repuestos. Cada bolígrafo costó G. 165.000, y los repuestos fueron pagados a valores superiores. Estas compras se realizaron en solo cuatro meses, sumando G. 20.489.000, principalmente por la Dirección de Secretaría Privada.
Se observaron pagos significativos por pintura, como el «pintura impermeabilizante Canatech», a un precio muy por encima del mercado. También se detectaron pagos por encuadernación y fotocopias mientras se compraban grandes cantidades de tóner y papel.
Además, una verificación del equipo interventor encontró irregularidades en la documentación de la «Caja chica», como facturas de comercios inexistentes. Los pagos por «encuadernaciones» alcanzaron G. 51.820.000 sin detalles específicos, sugiriendo irregularidades adicionales.
