Las tejedoras rebeldes: preservando la historia oculta de la colonia
En América Latina, el tejido es más que una técnica artesanal, es una forma de resistencia cultural. Desde Bolivia hasta Argentina, las tejedoras mantienen viva esta tradición ancestral que les permite conectar con su identidad y con la naturaleza que les rodea.
En eventos como el Encuentro de Tejedoras en Amaicha del Valle, se reúnen mujeres como Liliana Soto para compartir sus conocimientos y continuar con esta práctica milenaria. A pesar de las dificultades, como la migración a centros urbanos y la pérdida de enseñanza en las escuelas, estas tejedoras se esfuerzan por preservar esta tradición y transmitirla a las nuevas generaciones.
La cooperativa La Pachamama y grupos de investigación de la Universidad Nacional de Tucumán colaboran para organizar encuentros como este, donde se revitalizan diversas técnicas de tejido y se fomenta el intercambio de saberes entre las tejedoras de la región. La conexión con las raíces y la memoria textil es fundamental para estas mujeres, que ven en el tejido una forma de mantener viva su historia y su cultura.
Ángela Balderrama, una de las organizadoras del Encuentro, destaca la importancia de preservar esta tradición para conectarse con otras personas que comparten la misma pasión por el tejido. A través de esta práctica, se teje una historia que trasciende generaciones y permite mantener vivos los lazos comunitarios.
Desde la confección del hilo hasta el teñido de las telas con tintes naturales, cada paso en el proceso de tejido es parte de una tradición ancestral que se transmite de generación en generación. Las tejedoras encuentran en esta práctica una conexión con sus antepasados y una forma de mantener viva su cultura en un mundo cada vez más dominado por la tecnología y la producción en masa.
A pesar de las dificultades, como la falta de acceso a servicios básicos en las zonas rurales y la presión de la rapidez en la producción contemporánea, las tejedoras siguen dedicadas a su arte. Para ellas, el tejido es más que una técnica, es una forma de vida que les conecta con la naturaleza, con su historia y con otras personas que comparten su pasión.
En el Encuentro de Tejedoras, se destacan no solo las habilidades técnicas de las artesanas, sino también el valor cultural y social de esta práctica. A través del tejido, se teje una red de historias y experiencias que trascienden el tiempo y el espacio, conectando a las tejedoras con sus raíces y con sus comunidades.
En un mundo donde la tecnología y la globalización amenazan con borrar las tradiciones locales, el arte del tejido se erige como un símbolo de resistencia y de conexión con la identidad cultural. Las tejedoras de América Latina luchan por preservar esta práctica ancestral y por mantener viva la memoria textil que las une a sus antepasados y a la tierra que las sustenta.
