Jugadores de fútbol argentinos dejan selección por falta alimentación.
La selección argentina femenina sufre la pérdida de jugadoras, renunciaron cuatro futbolistas, Lorena Benítez, Julieta Cruz, Eliana Stábile y Laurina Oliveros. La doble cara de la Federación Argentina de Fútbol se expone. La campeona de la versión masculina, la selección femenina argentina, ha visto cómo cuatro de sus jugadoras han decidido renunciar al equipo esta semana. Se trata de Lorena Benítez, Julieta Cruz, Eliana Stábile y Laurina Oliveros, todas ellas integrantes del plantel que participó en el Mundial Nueva Zelanda-Australia 2023. Estas renuncias han dejado al descubierto una situación complicada en la Federación Argentina de Fútbol, que se encuentra en medio de un panorama contradictorio.
El fútbol femenino en Argentina no es ajeno a las luchas y reclamos que se observan en otros países. Jugadoras como Jenni Hermoso en España, Megan Rapinoe en Estados Unidos y Marta en Brasil, han alzado sus voces ante las autoridades. En Argentina, los reclamos no son nuevos, con quejas constantes sobre las condiciones en las que se desarrolla el fútbol femenino en el país. La profesionalización del torneo en 2019 no ha sido suficiente y, hasta el momento, solo Boca Juniors ha logrado que todas las jugadoras de su equipo firmen contratos profesionales.
La renuncia de las jugadoras no es un hecho aislado. En los últimos años, varios referentes del fútbol femenino argentino han tomado decisiones similares. Las críticas apuntan a la falta de valoración, de reconocimiento y a situaciones de maltrato dentro del ámbito de la selección. La exjugadora Macarena Sánchez destacó en un mensaje reciente que ya hay 180 mil jugadoras retiradas de la selección, evidenciando las dificultades que atraviesan las futbolistas en el país.
Las renuncias se fundan en diversas razones, desde malos tratos hasta la falta de interés en el fútbol femenino por parte de la AFA. Las jugadoras han denunciado la falta de viáticos y de comidas adecuadas durante los entrenamientos, lo que evidencia un trato desigual respecto a los futbolistas masculinos. La respuesta de los dirigentes de la AFA ha sido que no hay dinero para mejorar estas condiciones, dejando a las jugadoras en una situación de desprotección.
Las jugadoras que han renunciado a la selección, como Lorena Benítez, Julieta Cruz, Eliana Stábile y Laurina Oliveros, han manifestado su decisión de dejar el equipo por motivos personales y por las condiciones precarias en las que se encuentran. La falta de valoración y de reconocimiento ha sido un punto importante en sus mensajes de despedida, en los que han expresado su deseo de ser tratadas con dignidad y de que se reconozca su esfuerzo en el campo de juego.
El técnico de la selección, Germán Portanova, ha destacado la importancia del diálogo y ha llamado a la unidad de las jugadoras que decidan permanecer en el equipo. A pesar de las dificultades, ha señalado que se han logrado avances en los últimos años, aunque reconoce que aún queda mucho por hacer. La situación en la selección argentina femenina refleja las profundas diferencias y desigualdades que existen en el fútbol femenino en el país, un escenario que requiere de cambios urgentes y de un mayor compromiso por parte de las autoridades.
