Doce deidades mayas contribuyeron a comprender un mundo intrincado.

Aunque muchos dioses mayas ganaron y perdieron el favor público durante la larga historia de la civilización antigua, algunos siguieron siendo fundamentales para la teología mesoamericana. Puede que las siguientes figuras no encajen en el panteón de los principales dioses mayas, pero estos seres sobrenaturales siguen siendo una parte integral de las historias religiosas de la época.

Camazotz: El Dios Murciélago

A miles de kilómetros y años del famoso Batman de Gotham City, los mayas hablaban de un espíritu malévolo del inframundo que representaba la oscuridad, la muerte y el sacrificio. El dios maya Camazotz jugó un papel esencial en la epopeya de los Héroes Gemelos.

En la historia, los Héroes Gemelos se ven obligados a pasar la noche en la guarida de Camazotz. Para esconderse de los enjambres de murciélagos asesinos, se refugiaban mágicamente en sus cerbatanas hasta el amanecer. El curioso Hunahpú echó un vistazo rápido y uno de los murciélagos le cortó la cabeza, llevándola al juego de pelota sagrado como si fuera un juguete.

Q'uq'umatz: el dios serpiente emplumada

Esta deidad serpiente emplumada de algunas de las primeras fases del panteón maya trabajó con el dios Tepeu para crear el mundo y el inframundo. La serpiente emplumada, que no debe confundirse con la serpiente de la visión, también era responsable de los deberes del dios sol.

Además de llevar el sol por el cielo, Q'uq'umatz actuó como mediador político de los dioses y diosas que reinaban en la tierra y en el inframundo. El motivo del dios serpiente emplumada se puede encontrar en varias ruinas mayas, incluidas Chichén Itzá, El Castillo y Tikal (ruinas populares al norte de la ciudad de Guatemala).

Dios mono aullador

En la sociedad actual, los monos suelen ser representados como animales locos y amantes de la diversión, pero los mayas los veían como intelectos más majestuosos. Específicamente, los monos aulladores tenían un alto estatus y a menudo eran retratados como artistas y escritores.

Aunque el Dios Mono no era adorado universalmente en el antiguo mundo maya, era un símbolo común de creación artística estrechamente relacionado con el dios del maíz (el dios maya de la creación), y varias estatuas capturan a estas criaturas creando cabezas humanas a partir de piedra.