El cardenal Cristóbal López hizo un análisis de los desafíos de la Iglesia Católica y el nuevo papa León XIV, atendiendo a que hay países donde el sacerdote es insultado y rechazado, una realidad alejada a la de Paraguay, donde se tiene una alta religiosidad en Paraguay, pero también una alta corrupción, por lo que instó a vivir el evangelio.
El cardenal Cristóbal López señaló a Radio Monumental 1080 AM que Paraguay es un país extremadamente religioso, respetuoso, amante de la tradición, un pueblo muy mariano, donde el sacerdote es apreciado, respetado, querido, privilegiado y mimado, pero en otros sitios del mundo el sacerdote es insultado, rechazado y escupido.
“A lo mejor desde Paraguay no se ven estas dificultades que el papa León XIV ha presentado, pero son reales”, recalcó.
En ese sentido, indicó que el nuevo Papa ha recorrido el mundo entero, alrededor de 40 países en cinco continentes, como superior general de la Orden de San Agustín y habla de las situaciones que pasan en Estados Unidos, donde hay ese contraste entre personas que son muy religiosas y otras totalmente ajenas que se ríen de aquellos que tienen fe.
“A veces esos que se ríen de la religión es porque nosotros les damos motivos, porque nosotros vivimos la fe de tal manera que damos pena y damos risa, en lugar de dar ganas de imitarnos y venir con nosotros”, sostuvo y puso como ejemplo a Paraguay.
“Paraguay es un país cristiano, todo el mundo está bautizado, todos los jóvenes hacen la confirmación, pero, ¿que tal si hablamos de corrupción? Hay países en que la corrupción sea más fuerte que en Paraguay”, cuestionó.
El cardenal manifestó que los que desprecian y rechazan la religión es porque a veces los propios religiosos les dan motivos.
“Damos risa cuando vamos un millón de personas a Caacupé y luego el país está nadando en la corrupción, no se puede confiar en la Justicia, no se puede confiar en los políticos, en los comunicadores, en los religiosos, porque hay corrupción por todas partes y ¿cómo un país tan cristiano luego da ese fruto?, ¿cómo un árbol religioso puede producir corrupción?”, recalcó.
El cardenal se incluyó en la crítica como paraguayo y cristiano, y afirmó que los creyentes no viven como deben vivir. “Por eso hay que reaccionar, ser auténticos y vivir el evangelio”, puntualizó.
Fuente: Última Hora