Ayer, miles de ciudadanos se reunieron en el microcentro de la capital para participar en una marcha organizada por el grupo “Gen Z” contra la corrupción, la impunidad, el nepotismo y la falta de financiamiento en salud y educación, entre otros temas. El evento comenzó a las 16:00 y duró más de cinco horas con múltiples frentes.
La actividad se inspiró en el movimiento juvenil de Nepal que derrocó a su gobierno, siendo su motivación local un escándalo de presuntas coimas conocido como “los sobres del poder” en Mburuvicha Róga.
Entre los políticos más criticados estaban el presidente Santiago Peña, el jefe de la ANR, Horacio Cartes, el ministro del Interior, Enrique Riera, y el presidente del Congreso, Basilio “Bachi” Núñez.
Al inicio, los participantes enfrentaron numerosos obstáculos policiales, registros y calles cerradas para llegar a los alrededores de la Plaza de Armas y la Comandancia de la Policía, debido a que las vías cercanas al Congreso, su punto de encuentro, estaban bloqueadas por varios cuerpos de seguridad.
Este despliegue fue fuertemente criticado por los presentes debido a la inseguridad en el país.
La movilización, aunque pacífica, alcanzó su punto más tenso a las 17:45 cuando intentaron romper los cordones policiales para llegar al Parlamento, resultando en enfrentamientos en la intersección de las calles Pdte. Franco y 15 de Agosto.
El intento de avanzar se repitió a las 19:00 frente al Cabildo, pero faltó coordinación. Los manifestantes se reagruparon frente a la Comandancia de la Policía exigiendo la liberación de una detenida, para luego trasladarse al Panteón de los Héroes.
Portaban banderas de Paraguay, camisetas albirrojas y también de la serie “One Piece”, símbolo de libertad y resistencia para los jóvenes.
La marcha no tuvo líderes visibles y cada participante expresaba su voz. Algunos criticaban a los ciudadanos por tolerar la corrupción, mientras otros llamaban a levantarse como sugirió el papa Francisco.
Se escuchaban consignas como “Santi, vergüenza, queremos tu cabeza” y “Fuera los narcos”. Los manifestantes prometieron mantenerse organizados y refutar las noticias falsas del gobierno.
Uno de los jóvenes presentes, Walter Medina, señaló que el uso de la fuerza en una manifestación ciudadana era ridículo y que intentaban infundir miedo, pero la ciudadanía ya había despertado.
Al inicio del evento, el comisario Juan Agüero advirtió que no se permitiría cerrar calles ni acercarse al Parlamento.
Freddy Ferreira de Luque criticó la distribución de “sobres” con dinero en Mburuvicha Roga y el Congreso, instando al pueblo paraguayo a levantarse.
Enzo Fernández, otro manifestante, exigió la renuncia de Santiago Peña y describió las fallas del gobierno en salud y educación, cuestionando el despliegue policial y sugiriendo que protegían a los corruptos.
