El conflicto por la creación de un vertedero privado en Arroyos y Esteros (Cordillera) llegó a la Cámara de Diputados, donde se pidió a la población calma y a las autoridades provinciales actuar con cautela para evitar la violencia.
Desde hace más de un año, los residentes de la comunidad Mainumby de Arroyos y Esteros están en protesta debido a la autorización municipal para que una empresa privada instale un vertedero cerca de 1.400 metros del río Piribebuy.
La tensión ha aumentado: hace unas semanas, los habitantes arrojaron basura frente a la Municipalidad y en las residencias del intendente José Filippi y del gobernador Denis Lichi. Además, solicitaron un amparo constitucional, pero el proyecto parece ser apoyado por estas autoridades.
“Las autoridades municipales han aprobado que una empresa de tratamiento de basura se instale cerca del río Piribebuy”, dijo el diputado Roberto González. Se instó a las autoridades a reflexionar sobre la decisión perjudicial para la ciudadanía y el medio ambiente.
La situación podría generar violencia si se ignoran las quejas ciudadanas. El diputado González expresó su preocupación por el agravamiento del conflicto y pidió «sana rebeldía» sin violencia, siguiendo ejemplos como la desobediencia civil no violenta de Mahatma Gandhi.
El conflicto comenzó en 2024 cuando la empresa El Farol S.A., con monopolio en la recolección de basura en Asunción y Central, intentó abrir un depósito en humedales de Arroyos y Esteros, causando rechazo inmediato. Este año la situación empeoró al confirmarse el apoyo a la iniciativa por parte de las autoridades locales.
