Los senadores no solo incrementaron sus sueldos de G. 32 millones a G. 37 millones este año, sino que también otorgaron grandes aumentos salariales a sus aliados, equiparándolos en algunos casos con los legisladores. Bajo la presidencia de Basilio “Bachi” Núñez en la Cámara de Senadores, 20 empleados mejoraron sus ingresos.
El salario de muchos altos funcionarios, la mayoría recomendados políticamente, se sitúa al nivel de un diputado o senador. Esta carga presupuestaria del Congreso es cada vez más onerosa para los contribuyentes que deben sostener estos altos salarios, no solo de los legisladores, sino también de funcionarios recomendados.
Bachi, con el respaldo de sus colegas, ajustó el Presupuesto General para que altos funcionarios del Congreso ganen igual que un senador o diputado, estableciendo nuevas «gerencias generales». Anhalia Beatriz Britez Aponte, Antonio Sánchez Oviedo y Norma Cardozo Vázquez son algunos de los que ahora reciben G. 37 millones al mes.
Fernando Rolón Toja, quien fue escolta de Bachi en Diputados, ha visto su salario aumentar significativamente de G. 6 millones en 2018 a un nivel comparable al de un legislador en 2025, desempeñándose ahora como director general de Gabinete de Presidencia del Senado. Sin embargo, en la lista de empleados del Senado no se especifica su formación académica.
Además, Bachi ha colocado a otro operador político, Ricardo Bordón Bareiro, como director general de Administración de Capital Humano con un sueldo de G. 31 millones. Anselmo Duarte también fue nombrado director general jurídico, recibiendo un aumento considerable en su salario gracias a Núñez.
