La lesión que sufrió en los isquiotibiales de su pierna derecha, de hecho, coincidió con el bajón del Inter que supuso las dos jornadas seguidas sin ganar en Serie A y la eliminación en semifinales de Copa Italia que evitaron el triplete a finales de abril.
Pero su contribución no se limita a sus pulmones, a su zancada, a su velocidad y a sus pases de gol. Porque no solo genera ocasiones rompiendo líneas en conducción o atrae la atención de los defensas debido a su peligro al espacio, sino que es una gran amenaza a balón parado de la que el Inter saca un gran rendimiento.
De cabeza, ha anotado 4 de esos 5 goles, uno más que Marcus Thuram, otro delantero de una altura similar que ronda el área algo más que él.
