Una familia con 40 animales sigue acampada tras inundaciones.
Hace dos meses, Un puente se convirtió en el techo de la familia de Milton do Nascimento. Expulsado de su casa por la inundación que inundó Rio Grande do Sul a principios de mayo, el hombre de 58 años improvisó, con su esposa y su hijastra, una vivienda bajo la estructura de hormigón, en la unión de las BRs 116 y 290, en Porto Alegre.
EL El refugio a la sombra del puente está a sólo 300 metros de la residencia de Milton, donde el agua subió a una altura de dos metros. Levantaron el piso, tiraron abajo el techo y arrojaron un montón de escombros. Aunque la casa sigue inhabitable y no hay perspectivas de regresar, la familia se resiste a dejar el arcén y mudarse a un lugar más seguro.
Según el más reciente mapeo de la alcaldía de la capital de Rio Grande do Sul, 12 familias, con un total de 40 personas, permanecen viviendo, cuatro meses después de las inundaciones, al costado de la carretera en la región de las islas.
La cifra ha ido disminuyendo gradualmente (en el momento álgido de la inundación, la carretera parecía un campo de refugiados, con docenas de tiendas de campaña alineadas a lo largo del arcén), pero es el epítome de un estancamiento que el gobierno aún no ha conseguido resolver.
Los actuales habitantes de la vía se niegan a desalojarla, pese a la disponibilidad de plazas en un centro humanitario abierto por el gobierno estatal en la ciudad y la recepción de beneficios sociales, por diversas razones, como el temor a saqueos en la residencia afectada y el cansancio de la rutina en los albergues temporales.
En el caso de Milton, La permanencia se debe a los numerosos animales que posee la familia y a la imposibilidad de destinarlos a un alojamiento urbano: en total, son más de 40 animales..