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La madre del niño, Márcia Aquino Duarte, es una mujer indígena.

Un niño indígena de un año y tres meses murió el pasado martes (5/2) supuestamente por un grave estado de desnutrición en Dourados. La familia vive en un campamento improvisado en el barrio de Santa Felicidade, en las afueras de la ciudad. El hecho se hizo público luego de un informe del diputado federal Geraldo Resende (PSDB), quien presentó una denuncia ante los Ministerios de los Pueblos Indígenas, Salud y Relaciones Institucionales y la Secretaría Especial de Salud Indígena (SESAI), este viernes (5/2).

Según información de la oficina del diputado, otro niño del campamento también murió de hambre hace dos días y fue enterrado en un pueblo cercano.

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Un grupo de la Iglesia Católica del municipio se comunicó con la diputada para tratar el caso. La madre del niño, Márcia Aquino Duarte, es indígena y, según la información, asegura que su hijo Yude Mendes Aquino, estuvo vomitando durante tres días, como no se recuperaba, llamó al SAMU (Servicio de Atención Móvil de Emergencia), sin embargo , poco antes de la llegada de la ambulancia el niño murió.

La mujer afirma que vino de Amambai a Dourados hace unos dos años y como no pudo encontrar vivienda, se instaló en una choza de lona con sus cuatro hijos, Yude, que murió, dos niñas de siete y nueve años y un niño de ocho años. -chico mayor. .

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En el mismo galpón también vive la hermana de Márcia, con dos hijos más.

Ella afirma recibir ayuda del gobierno federal por un valor aproximado de R$ 400, suficiente para comprar apenas algunos alimentos, que no duran hasta fin de mes. En algunos casos, relata que la familia bebe agua con azúcar para paliar el hambre.

Esta sería también la dieta del bebé fallecido, alternando entre leche y agua azucarada. Los demás niños asisten a la Escuela Municipal Clori Benedetti, donde tienen acceso a refrigerios.

Según Márcia Aquino, este mes, con la ayuda del gobierno federal, ni siquiera fue posible comprar la misma cantidad de alimentos que se compraba en meses anteriores, porque buena parte se gastó en el funeral del niño fallecido.

“Un niño indígena muere de hambre y otros pasan por desnutrición severa, en una ciudad como Dourados conocida por ser uno de los graneros del Estado. Esta situación en la que se encuentran los indígenas es inaceptable, e incluso advertí a los Ministerios de Pueblos Indígenas, Salud y Relaciones Institucionales sobre esta gravísima situación similar a la que viven los yanomamis en Roraima y que podría tener las mismas consecuencias. Eso no lo podemos aceptar y exijo que los órganos responsables de las Acciones de Emergencia, en particular la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai), acepten y resuelvan este tema”, destacó Geraldo Resende.

En una nota, el diputado precisa que el Ministerio Público Federal y la Secretaría de Estado de Asistencia Social y Derechos Humanos fueron llamados a investigar y realizar acciones de emergencia para resolver de inmediato la precaria situación que atraviesan estos indígenas.

FUENTE: DOURADOS NOTICIAS

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