Investigación de noticias falsas denunciada por Moraes hace 5 años.
Las investigaciones, que se desarrollan desde hace casi cinco años y medio y siempre en secreto, ya han afectado a empresarios, políticos y usuarios de redes sociales.
Designado relator del caso sin empate, el papel colocó al ministro Alexandre de Moraes en medio de la disputa política y la polarización que vive el país: apuntado por la extrema derecha por sus decisiones contra el expresidente Jair Bolsonaro (PL) y partidarios, pasó a contar con el apoyo de sectores de la izquierda que consideran su papel en la defensa de la democracia y las instituciones.
El objetivo oficial de la investigación es determinar hechos sobre noticias fraudulentas y amenazas a la Corte, ministros y familiares publicadas en internet.
La investigación avanzó hacia los difusores de desinformación y los ataques a instituciones, y acabó derivando en otras pesquisas, como la sobre las milicias digitales.
1 – Apertura de la investigación de oficio
La polémica en torno a la investigación surgió desde el principio. La iniciativa de abrir la investigación partió del ministro Dias Toffoli, entonces presidente del STF.
El contexto que motivó la apertura del caso fue el aumento de los ataques a la Corte Suprema, con incitaciones al cierre de la Corte, amenazas de muerte o prisión a sus miembros y la defensa por el incumplimiento de sus decisiones.
La base para la apertura de la investigación fue una interpretación considerada “elástica” del reglamento interno del Tribunal.
El documento establece que, “si en la sede o dependencia del Tribunal ocurre una violación a la ley penal, el Presidente iniciará una investigación, si involucra a una autoridad o persona sujeta a su jurisdicción, o delegará esta responsabilidad en otro ministro”.
También se discute sobre la apertura de una investigación de oficio, es decir, sin ninguna solicitud de órganos como el Ministerio Público o la policía.
2 – Relator designado por el presidente
Aunque prevista en el reglamento, la elección del ponente mediante nombramiento del entonces presidente de la Corte es otro factor que suscita divergencias.
Las preguntas también se refieren al alcance ampliado de su objeto, que le valió el apodo de “investigación del fin del mundo” por parte de los partidarios de Bolsonaro.
Según la orden de apertura, el objetivo de la investigación de noticias falsas es:
“La investigación de noticias fraudulentas (fake news), noticias falsas de delitos, acusaciones calumniosas, amenazas y otros delitos amparados por animus caluniandi, diffamandi o injuriandi, que afecten la honorabilidad y la seguridad del Supremo Tribunal Federal, de sus miembros, así como de sus familias, cuando estén relacionados con la dignidad de los Ministros, incluida la filtración de información y documentos confidenciales, con la intención de atribuir y/o insinuar la práctica de actos ilícitos por parte de miembros del Supremo Tribunal Federal, por parte de quienes tienen el deber legal de preservar el secreto; y la verificación de la existencia de esquemas de financiamiento y difusión masiva en las redes sociales, con la intención de perjudicar o exponer al riesgo de perjudicar la independencia del Poder Judicial y el Estado de Derecho”.
3 – “Violación del sistema penal acusatorio”, según Marco Aurélio
El pleno del STF confirmó, por 10 a 1, la validez de la investigación en junio de 2020, poco más de un año después de su apertura.
El único que no estuvo de acuerdo fue el entonces ministro Marco Aurélio, quien entendió que se había violado el sistema penal acusatorio, que separa las funciones de acusación y de juicio, ya que el procedimiento no fue iniciado por el Procurador General de la República.
Según él, las investigaciones apuntan a declaraciones críticas contra los ministros que, a su entender, están protegidos por la libertad de expresión y de pensamiento.
4- Censura a los medios de comunicación O Antagonista y Crusoé
De las diversas decisiones ya tomadas, una de las más controvertidas se produjo aproximadamente un mes después de que comenzara la investigación, en abril de 2019.
Se trata de la censura de la revista Crusoé y del sitio web O Antagonista. Los medios de comunicación publicaron el reportaje “El amigo del amigo de mi padre”, que vincula al ministro Dias Toffoli con Odebrecht.
Moraes entendió que el texto era un ejemplo de “fake news” y ordenó retirar el contenido. Tras varios recursos, el ministro acabó revocando su decisión.
5- Detención del diputado Daniel Silveira
En febrero de 2021, Moraes ordenó la prisión del entonces diputado federal Daniel Silveira luego de que divulgara un video insultando y acusando a magistrados del Supremo Tribunal Federal y elogiando el Acto Institucional número 5, AI-5, que endureció la dictadura militar.
En agosto de ese mismo año, el entonces presidente Jair Bolsonaro (PL) fue incluido en la investigación. La medida se tomó después de recibir una denuncia penal del Tribunal Superior Electoral (TSE) por difundir noticias falsas sobre la urna electrónica.
En transmisión en vivo, Bolsonaro hizo acusaciones sobre la confiabilidad de los dispositivos de votación.
6- Confidencialidad de las investigaciones
El carácter confidencial de la investigación nos impide conocer a todas las personas que han sido objeto de la investigación.
Entre los congresistas, ya fueron investigados sus conductas en las investigaciones sobre noticias falsas y milicias digitales, entre ellos el senador Flávio Bolsonaro (PL-RJ) y los diputados federales Otoni de Paula (MDB-RJ), Cabo Júnio do Amaral (PL-MG) , Carla Zambelli (PL-SP), Bia Kicis (PL-DF), Eduardo Bolsonaro (PL-SP), Filipe Barros (PL-PR), Luiz Phillipe Orleans e Bragança (PL-SP), Guiga Peixoto (PSC-SP ) y Eliéser Girão (PL-RN).
Moraes también afirma que existe una “conexión probatoria” entre las dos pesquisas y las investigaciones sobre los hechos del 8 de enero, cuando la sede de los Tres Poderes fue invadida y vandalizada.
7- Investigación sin plazo para finalizar
Como lo demuestra CNNLa defensa del cierre de la investigación sobre noticias falsas comenzó a aumentar entre bastidores en el STF, especialmente después de informes que indicaban el uso del órgano antidesinformación del TSE para alimentar la investigación.
Un grupo de ministros considera que la investigación es importante para la defensa de la democracia y de los miembros de la Corte. Sin embargo, los expertos jurídicos consideran que cinco años sin una conclusión es demasiado tiempo.
El presidente del Tribunal Supremo, el ministro Luís Roberto Barroso, ya ha dicho que la investigación no se está prolongando excesivamente, sino que “son los hechos los que tardan en pasar”.
Barroso dijo que, al final del año electoral de 2022, imaginaba que la investigación de noticias falsas “podría seguir su camino natural”, que sería su conclusión.
“Ya habíamos logrado el resultado principal, que era enfrentar un movimiento de extrema derecha que amenazaba la institucionalidad”, dijo al programa Roda Viva de TV Cultura en junio.
“Luego llegó el 8 de enero (los atentados contra los Tres Poderes, en 2023), y esto reavivó un conjunto de investigaciones que dificultaron la pacificación del país”, agregó.
En una entrevista al periódico Folha de S. Paulo, a finales de agosto, Barroso afirmó que el final de la investigación no está “lejos”.
“No podría dar una fecha concreta, no quisiera comprometerme con una fecha, pero creo que no estamos lejos de la conclusión porque el Procurador ya está recibiendo el material. Le tocará a él pedir el archivo o presentar una denuncia”, indicó.
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