El retorno triunfal de Cuba al certamen de belleza.
Marianela Ancheta es coronada como Miss Universo Cuba en una ceremonia en Miami. A pesar de sus nervios, logra llevarse el título con su vestido rojo vivo y tacones puntiagudos. En la competencia se destaca por ser la más fotogénica.
Ancheta responde preguntas sobre salud mental en medio de un ambiente ansioso y bullicioso. Destaca la importancia de buscar ayuda y tener empatía con todos. El concurso evita temas políticos y se centra en la belleza y la confianza de las participantes.
Las concursantes se esfuerzan en seguir una estricta rutina de ejercicios y alimentación, así como en compartir aspectos folclóricos de Cuba. La mayoría llegó a Miami en balsa o con visas de inmigrante. El evento marca la reanudación del certamen en Cuba tras 57 años de ausencia.
El certamen representa una oportunidad para las participantes de destacarse y abrir nuevas oportunidades laborales. Cuba ha tenido una relación complicada con concursos de belleza, pero la organización Miss Universo ha permitido la realización del certamen en Miami.
Ancheta se convierte en un referente para las mujeres cubanas, promoviendo la inclusión y la lucha por los derechos. A pesar de las críticas y polémicas que rodean los concursos de belleza, la participante se prepara para competir en México en noviembre.
El jurado plantea preguntas serias a las candidatas, buscando conocer sus propuestas y opiniones sobre problemas sociales y educativos. La competencia se esfuerza en mostrar que las concursantes no solo son hermosas, sino también personas pensantes e inclusivas.
A pesar de sus inicios humildes, Ancheta se convierte en un ejemplo de perseverancia y superación para las mujeres cubanas. La competencia busca romper estereotipos y promover valores como la inclusión y la lucha por los derechos de las mujeres.